En el espacio psicoterapéutico familiar los miembros de la familia tienen la posibilidad de ser escuchados y expresar sus emociones, pensamientos y opiniones. Esta es una oportunidad que tal vez nunca han tenido antes. La labor de la psicoterapeuta es clave en este proceso, debe ser hábil para lograr arbitrar al grupo manteniendo el foco de la conversación claro y bien conducido.
La psicoterapia familiar puede dar mucha información a los miembros de la familia sobre cómo se tejen las relaciones entre ellos, cuáles son sus roles y los límites que existen. También logramos identificar mandatos, creencias, lealtades y reglas que rigen las relaciones familiares, así como su efecto en el mundo interno de cada uno de los integrantes de la familia.
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Antes de la primera sesión, la psicoterapeuta pedirá confirmar cuántos y cuáles miembros de la familia asistirán y creará una ficha de inicio familiar. Durante la primera sesión, lescompartirá las condiciones en las que las sesiones se llevan a cabo. Resaltará aspectos como la duración de las sesiones, la puntualidad, la confidencialidad y consideraciones de tipo legal que la familia debe conocer en su calidad de consultante.
Una vez revisados estos aspectos, la psicoterapeuta se adentrará en el mundo de la familia y les hará algunas preguntas iniciales para comprender la razón que, en primer lugar, les animó a consultar. Poco a poco la relación entre la familia y la psicoterapeuta se construye y la psicoterapeuta comprenderá las necesidades, los problemas y la estructura familiar.
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Ten en cuenta que los procesos psicoterapéuticos son únicos, se construyen poco a poco y a la medida de cada familia. Los miembros de la familia, a menudo, transitan el proceso psicoterapéutico a ritmos diferentes y esas particularidades intervienen en los caminos o alternativas de resolución.

Podemos encontrarnos con que no siempre todos los miembros que quisiéramos participan en las sesiones. Nos enfocamos entonces en reparar o modificar las relaciones para establecer nuevos cursos de acción, nuevas pautas relaciones que sean psicológica y emocionalmente saludables para los miembros de la familia. Todos los procesos psicoterapéuticos requieren profundo compromiso y la aceptación de que serán espacios de confrontación, en los que se ponen sobre la mesa temas que han sido históricamente desafiantes para la familia.
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Una vez la familia decide embarcarse en el proceso, los miembros convocados se encontrarán con su psicoterapeuta quien arbitrará la conversación para escuchar a todos los miembros de la familia e identificar las situaciones problema que se marcan. En el espacio psicoterapéutico se definirán las situaciones que requieren atención prioritaria y daremos inicio a un proceso increíble que nos permitirá entender la relación dinámica y estrecha entre el individuo y el sistema familiar: lo que pasa en el individuo afecta a la
familia y la familia, como contexto, impacta al individuo.
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La psicoterapia familiar muchas veces se acompaña de procesos psicoterapéuticos individuales paralelos. Esta combinación es muy efectiva, porque los miembros de la familia generan también transformaciones individuales que impactan y transforman las dinámicas familiares.

Francamente, es difícil prometerte que en un número específico de sesiones lograrán resolver las situaciones que consideran problemáticas. El proceso psicoterapéutico familiar depende de que los miembros de la familia accedan y se comprometan con el proceso mismo, comprendiendo que el trabajo individual y la apertura son la piedra angular de cualquier transformación.

La psicoterapia se teje poco a poco y de modo particular. Las situaciones problemáticas se construyen y se acomodan en la vida con el tiempo y con la participación de los miembros de la familia. Resolver esas situaciones también requiere tiempo, desanidarlas de la vida cotidiana implica un proceso de reaprendizaje y reacomodación de los individuos y sus relaciones con los demás integrantes de la familia.

Esto dependerá de la intensidad de las dificultades. Usualmente planteamos encuentros quincenales. Esa frecuencia puede variar en razón del éxito de las actividades que proponemos poner en práctica fuera del espacio terapéutico, pero también de la posibilidad de reunir a varios miembros de la familia al mismo tiempo, a la misma hora, el mismo día en el mismo espacio.
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El objetivo siempre será que el sistema familiar observe aquello que se ha instaurado en su realidad y que ha perpetuado la situación problemática, así como el reconocimiento de el efecto que esto ha generado en el mundo interior de los integrantes de la familia.

Recuerda que ningún proceso psicoterapéutico dura para siempre y tampoco es recomendable que tenga una duración medida en años. Nuestro deseo y objetivo es que tú y familia cierren el proceso psicoterapéutico llenos de nuevas herramientas para que puedan disfrutar de sus aprendizajes y sus acuerdos. Eso sí, ¡siempre estaremos para ustedes si deciden regresar!